Por: Omar de Jesús Restrepo Correa – COMUNES
Campesinos de Antioquia denuncian sobrecostos, incumplimientos y exclusión de las comunidades en la construcción de las obras PDET. Solamente en Anorí, hay identificadas por lo menos 9 obras con precios que superan casi en un 100% lo que debieron costar.

Ejemplo de ello, es la construcción de la placa polideportiva en la vereda La Plancha (ID 05040-1-1196). Según el acta de entrega de la obra el costo fue $117.145.482 y según la matriz de obras PIC La Placa polideportiva tuvo una inversión de $ 205.310.243. Similar situación se identifica en la vereda La Lomita, mejoramiento de la placa polideportiva (ID 05040-1-1200), de acuerdo con el acta de entrega esta obra tiene un costo de $80’220.627, pero en la matriz de obras PIC se reporta una inversión de $ 140.595.405.
Pero esto no solamente sucede en Anorí, a lo largo de todo el departamento de Antioquia esta historia se repite. La vía terciaria del núcleo veredal de Antadó, Dabeiba, registra demoras pues según lo pactado se debió entregar en el 2020 y hasta ahora no ha iniciado. En la vereda el Morrón, del municipio de Briceño, se construyó un aula sin conexión a la escuela por lo que el único docente tiene que salir de la escuela para entrar a la nueva aula a atender a los estudiantes, además ésta ya se ha inundado en varias ocasiones, al parecer por fallas en la construcción en los canales de desagüe.
En Urama, corregimiento de Dabeiba, se construyó una planta procesadora de lácteos sin estudios de factibilidad, en una zona sin ganado. A un tanque con capacidad para 3000 litros de leche, no llegan sino 60 litros de leche al día. ¿Qué hay detrás de este elefante blanco?
Además de los incidentes en la ejecución de las obras, las comunidades manifiestan una seria preocupación porque no sienten que su participación sea real y efectiva, tal como lo considera el Acuerdo en lo referido a los PDET. Si bien existe una “Estrategia de participación Ciudadana” desde la Agencia de Renovación del Territorio (ART), lo cierto es que la toma de decisiones, en último término está quedando en manos de funcionarios del gobierno y contratistas que no conocen las necesidades del territorio. En este sentido el campesinado se resiste, en sus palabras, a seguir siendo “convidado de piedra” y a andar “como carro viejo de taller en taller” pues sólo se le convoca a espacios de índole informativo.
El pasado 18 de noviembre en el marco de la política de Paz con Legalidad, el gobierno del presidente Iván Duque, la Agencia de Renovación del Territorio y la Consejería para la Estabilización y Consolidación institucionalizaron la celebración denominada “el Día Nacional del PDET”, como un espacio para dar a conocer la gestión que se ha desarrollado en el marco de los 4 años de creados los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial PDET.
En este día, diferentes funcionarios del Gobierno Nacional junto con empresarios, cooperantes, alcaldes y gobernadores visitaron diferentes municipios para hacer entrega de 20 obras, especialmente de infraestructura vial, de saneamiento básico y acueductos. Con frases como “Los PDET son una apuesta por la ruralidad y son un asunto estratégico para el país”, “Los PDET le dieron la vuelta a la forma de hacer política pública en el país”, “Esta transformación rural no la para nadie”, “Las obras PDET son una huella indeleble en el corazón de las comunidades” los ministros de carteras de vivienda, deportes y agricultura expresaron el compromiso que tiene el gobierno para implementar las más de 32.000 iniciativas o proyectos que priorizaron las comunidades en la fase de formulación de estos programas.
Pero sin lugar a dudas, una de las noticias que más tuvo impacto fue la expresada por el Consejero Presidencial para la Estabilización y Consolidación, Emilio Archila, quien argumentó que se han invertido para los 170 municipios PDET $10.1 billones en la ejecución de 2.800 obras y que “por primera vez en la historia del país los 6.6 millones de colombianos que habitan en las zonas PDET y padecieron la violencia en su territorio están sintiendo la presencia del Estado”.
Sin embargo, la realidad en los territorios es otra. A 5 años de la firma del Acuerdo Final de Paz y según el último informe del Instituto KROC[1] en el punto 1 Reforma Rural Integral, la mayoría de las disposiciones se encuentra sin iniciar o en estado mínimo de implementación. Disposiciones derivadas del Acuerdo que se relacionan con aspectos de gran envergadura para generar transformaciones estructurales del campo colombiano y que requieren esfuerzos permanentes para lograr los objetivos trazados a 15 años, como lo es la democratización del acceso a la tierra, los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), así como los Planes Nacionales de la Reforma Rural Integral.
Todas estas, apuestas necesarias para que se produzcan los cambios que requiere el país para superar las causas estructurales de la violencia. Lectura que coincide con lo expresado por las comunidades que habitan municipios priorizados, muchas de ellas manifiestan su inconformidad por lo que han denominado una simulación de la implementación de los PDET.
Sin lugar a dudas, las inversiones que procuren mejorar las condiciones de vida de las comunidades son muy importantes, pero la transformación de las regiones requiere no sólo de la ejecución de obras desarticuladas, sino de obras de alta envergadura que permitan el desarrollo económico y social de las regiones priorizadas. Es importante darle un viraje a los PDET, generando espacios de información y participación real para que la gente decida y conozca de primera mano lo que se desarrolla en sus territorios.
Por eso, las mayores ausentes en el Día Nacional de los PDET fueron las comunidades. Balancear y proyectar con ellas cada una de las obras y acciones ejecutadas a nombre del PDET es profundizar la democracia y es la vía para recobrar no sólo la confianza sino el cause de los sueños depositados por miles de hombres y mujeres del campo que siguen esperando que la paz sea una realidad y que con los PDET “¡Algo maravilloso esté pasando!”
[1] Matriz de Acuerdos de Paz, Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz. Cinco años de implementación del Acuerdo Final en Colombia: Logros, desafíos, y oportunidades para aumentar los niveles de implementación, diciembre 2016 – octubre 2021. Notre Dame, IN and Bogotá, Colombia: Matriz de Acuerdos de Paz/Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz/Escuela Keough de Asuntos Globales, 2021. https://doi. org/10.7274/05741r69f09